Ante todo y sobre todo, lo primero es sanar nuestro interior.
En la sociedad en que vivimos hoy en día, todo transcurre muy rápido y como tal queremos que las cosas sean igual de rápidas.
Debemos tener paciencia y hoy por hoy es una de las causas principales de nuestros fracasos, estrés, ansiedad...

Si tenemos un problema cualquiera, por ejemplo uno muy común como es la falta o dificultad para tener ingresos económicos, buscamos códigos, mantras, decretos, rituales, meditaciones, todo lo necesario para solucionarlo.

¿Realmente crees que has buscado todo?¿Estás convencido(a) de ello?.¿Te has parado a pensar si tu interior está sano?.
Podemos hacer algo con mucha fe y resulta que nos falta algo, tenemos algo que no nos llena del todo.

¿Estamos preparados para sentir lo que pedimos? Lo sentimos, pero ¿estamos dispuestos realmente a recibirlo?
Parecen demasiadas preguntas verdad, pero si has contestado o parado a pensar en alguna de ellas a lo mejor falta algo en ti, en tu interior.
Si nuestro interior, nuestro aura, nuestro alrededor está dañado costará mil veces más trabajo encontrar una solución a nuestros problemas o como a mí me gusta llamarlas incidencias (también es muy importante las palabras con las que escribimos y decimos).

Por lo tanto debemos limpiar y sanar primero nuestro interior, nuestro yo ; ser conscientes del AQUI Y DEL AHORA,DE SER EQUILIBRADOS,DE ESTAR ANCLADOS EN LA TIERRA,PENSAR SIEMPRE EN POSITIVO a pesar de las adversidades.

No es fácil, nadie dijo que lo fuera, pero es así y hay que admitirlo tal y como es y luego dejarlo pasar.
Debemos hacer oraciones positivas diariamente, y así, sólo así, con trabajo y dedicación personal, se logran los objetivos.
Por lo tanto, cuando logramos limpiar y sanar nuestro interior, todo irá sobre ruedas.

Un saludo y gracias por estar aquí conmigo.Todos somos uno.